Todos sabemos que una buena noche de sueño es esencial para nuestra salud y bienestar. Pero, ¿sabías que la posición en la que duermes puede tener un impacto significativo en tu salud? Aproximadamente el 20% de la población no sabe en qué posición duerme, y muchos de nosotros no le damos mucha importancia a esto. Sin embargo, las posturas que adoptamos al dormir pueden afectar nuestra salud y, principalmente, nuestro estado de ánimo al despertar.
Dormir sobre la espalda
Dormir sobre la espalda es una de las posiciones más comunes. Aunque puede parecer cómoda, esta posición fuerza a la espalda a estar completamente recta, lo cual no es natural. Nuestra espalda tiene tres curvas naturales que deben mantener su posición. No es saludable mantener posiciones forzadas en la columna durante tanto tiempo. Esta posición también favorece la aparición de ronquidos. Sin embargo, ayuda a prevenir la aparición de arrugas ya que no estamos en contacto permanente con la almohada o el colchón. Si dormimos en esta posición y también extendemos los brazos hacia atrás, es posible que ejerzamos presión sobre algunos nervios de los hombros, provocando molestias matutinas. Para solucionar estos problemas, podemos poner una almohada debajo de nuestras rodillas. Esto reducirá la presión ejercida sobre algunos nervios de nuestra espalda baja e inducirá a la posición natural de nuestra columna.
Dormir boca abajo
Dormir boca abajo es otra posición común, pero es una de las peores que podemos adoptar y es preferible evitarla. No solo crea un arco en la columna que puede provocar dolor, sino que también es una mala posición para el cuello que puede provocar grandes molestias al día siguiente. Este tipo de posición es recomendable solo para personas con ciertas enfermedades, como hernias de disco, pero esos casos son recomendaciones especiales otorgadas por los médicos. Como punto a favor, puede mejorar la digestión, pero aparte de eso, no es muy recomendable.
Dormir de lado
Dormir de lado es otra posición común y es considerada una de las mejores para la salud en general. Esta posición ayuda a mantener la columna alineada, lo que puede prevenir dolores de espalda y cuello. Además, dormir de lado puede ayudar a reducir los ronquidos y es la posición recomendada para las personas que sufren de apnea del sueño. Sin embargo, dormir siempre del mismo lado puede llevar a problemas de hombro y de mandíbula en el lado en el que se duerme.
En conclusión, aunque todos tenemos nuestras preferencias a la hora de dormir, es importante tener en cuenta cómo nuestras posturas de sueño pueden afectar nuestra salud. Si a menudo te despiertas con dolores de espalda, cuello o hombros, podría ser el momento de evaluar y prestar atención a la forma en que duermes. Después de todo, pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, así que vale la pena hacerlo bien.